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miércoles, 15 de octubre de 2014

La muñeca Anabelle

Desde hace un tiempo el fenómeno Anabelle a cautivado a muchas personas que no conocían su historia. Y es que a simple "oído" el echo de que una muñeca este poseída por un demonio es un tanto escéptico. Pero lo cierto es que esta historia tiene tintes de realidad y una vez más la realidad supera a la función.

Como empieza esta historia

Para comprender bien de donde procede Anabelle, debemos conocer al famoso personaje creado por el estadounidense Johnny Gruelle para una serie de libros que escribió e ilustró para niños. Ese personaje se llama Raggedy Ann y es una muñeca de trapo con cabellos de hilo rojo y una nariz triangular. Este personaje nació el 1915 y su éxito duró hasta los años 70.
Muñeca Raggedy Ann

Personaje ilustrativo de Reggedy Ann
El señor Gruelle creó a Raggedy Ann en un principio para su hija Marcella, cuando ella le trajo una vieja muñeca de trapo hecha a mano. Así Gruelle dibujó una cara a la muñeca vieja de trapo de su hija.

En 1970, una madre regaló a su hija Donna una muñeca de la marca Reggedy Ann. Donna era estudiante y compartía habitación con otra chica Angie.

Donna dejó a su muñeca en cima de la cama, agradecía el regalo a su madre ya que le tenía mucha estima a este personaje. Los días pasaban y con ellos empezaron los fenómenos extraños; la muñeca parecía moverse sola.
Tanto Donna como Angie se dieron cuenta de este fenómeno por que cuando regresaban a casa, la muñeca jamás estaba en la posición de como la habían dejado antes de salir. No fue este el unico fenómeno extraño que empezó a manifestarse.
A parte de los cambios de postura de la muñeca, empezaron a encontrarse mensajes como; Help us (Ayúdanos), You miss me? (Me has echado de menos?) o Save to Lou (salvar a Lou), como casualmente se llamaba el novio de Donna.
Las dos amigas de forma sensata, empezaron a pensar que algún otro estudiante les quería gastar una broma pesada y empezaron a dejar de darle importancia a la muñeca y sus mensajes.
La sorpresa de Donna y Angie fue que estos fenómenos paranormales empezaron a ser cada vez más fuertes, más evidentes. Tal era su estado que decidieron llamar a una médium, esta les dijo que dentro de la muñeca vivía el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins la cual les pide que la acepten como una más y la dejen vivir con ellas. El novio de Donna, Lou empieza a ver la situación de una forma subrealista ya que tanto su novia como su amiga tratan a la muñeca Anabelle como si fuera una humana. Al poco tiempo Lou tiene una pesadilla en la que alguien pretende estrangularle hasta que despierta y se encuentra con la muñeca a los pies de la cama, mientras mira extrañado unas heridas superficiales que le han salido.
La situación estaba lejos de terminar, Angie y Donna empiezan a escuchar ruidos desde sus habitaciones, pero jamás encuentran a nadie en el piso, por lo que deciden contactar con un cura, el cual deja el caso en dos parapsicólogos: Ed y Lorraine Warren (de los que os hablaré en otra entrada).
Estos, a diferencia de la médium, les comentan que no existe tal Annabelle, sino que dentro de la muñeca mora un espíritu maligno que pretende poseer a Donna tras haberle dado permiso para que entrara en su vida. Finalmente optan por deshacerse de la muñeca y los Warren regresan a su casa (dónde disponen de un museo) por carreteras secundarias para evitar posibles accidentes a causa del poder manifiesto que provoca que el motor de su coche llegue a calarse. Desde entonces ha permanecido en una urna de cristal dentro del museo familiar en Connecticut.

Los Warren y la verdadera muñeca Anabelle
¿Qué es un objeto poseído?
Estos objetos por lo general se mueven por si solos, cambian de apariencia o hacen ruido. A veces esto ocurre en presencia de una persona; otras, las persona se da cuenta de que algo a sucedido al volver a casa.
Es bastante conocido el fenómeno de oír trenes en vías que llevan años sin utilizarse. Este fenómeno se asocia con la influencia de un fantasma fuertemente unido a un lugar u objeto, que muestra enfado o desaprobación ante la actitud hacia el mismo de los vivos.

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