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miércoles, 5 de noviembre de 2014

El sexto sentido de los animales

Foto Google


Hace días que le daba vueltas a este tema. Los que tenemos mascotas (perro, gato…) sabemos lo grata que es su compañía y lo importantes que son en nuestro hogar y familia. Son uno más. De todos es sabida la inteligencia que tienen estos miembros peludos de nuestra casa
Pero, ¿nunca os ha pasado que de pronto vuestro perro mire hacía un lugar y empiece a ladrar o gruñir? ¿O que vuestro gato se bufe o maúlle sin motivo aparente? 
En este artículo os quiero hablar precisamente de eso, de él sexto sentido de los animales. ¡Espero que lo disfrutéis amigos!

Para empezar os voy a poner un ejemplo claro y concreto, que a los escépticos es el que les parece más coherente. Los terremotos. En unas imágenes de un terremoto de Tokio, se ve a un perro que poco antes de que el terremoto se revelara y el suelo empezara a temblar, este salió corriendo del lugar donde se encontraba durmiendo plácidamente. 
Foto Google (Perro presiente terremoto en Tokio 2010)
Otros ejemplos que he encontrado en numerosos artículos y documentales han sido por ejemplo; las ratas, comadrejas y roedores que escaparon asustados de sus escondrijos, abandonando la ciudad griega de Helicea antes de ser arrasada, las inmensas bandadas de aves marinas que chillaban sin pausa sobre la ciudad de Concepción (Chile), precediendo a su destrucción en 1835 y los aullidos de perros que predijeron el famoso terremoto de San Francisco en 1906. Todo ellos momentos previos a que una fuerte sacudida arrasara las zonas. Muchos biólogos, sobretodo en China, se toman muy en serio la actitud de los animales (perros en su mayoría) ya que creen a ciencia cierta en sus habilidades extrasensoriales. Estas habilidades se concentran en dos temas. 

-Las ondas sonoras; la naturaleza, a pesar de que nuestro oído no sea capaz de percibirlo, vibra cada segundo en infinidad de ultra e infrasonidos y cada uno de ellos tiene un significado diferente. Los animales emplean parte de esos sonidos para protegerse y comunicarse).

-El olfato de los animales; es más sensible y puede dar pistas a lo que ocurra. Diversos gases que circulan bajo la capa terrestre pueden emerger al exterior con los terremotos. Los gases liberados que preceden a veces a un temblor de tierra se suelen disipar pronto en la atmósfera, pero permanecen en el subsuelo.

Ahora que sabemos que científicamente es posible que un animal intuya un terremoto, un tsunami o cualquier otro tipo de síntomas terrestres, ¿podemos pensar o creer que un animal tiene un sexto sentido frente a cosas que el ojo humano no puede ver?

Es cierto que lo animales tienen sus sentidos más desarrollados que los de los humanos. Nuestra cómoda vida no nos permite desarrollarlos como quizás si lo hacían nuestros antepasados más primitivos. Nosotros no tenemos que cazar, no tenemos que resguardarnos de peligros que habiten en el exterior. No precisamos de unos sentidos desarrollados y muchas veces no podemos oír u oler cosas que ellos pueden sentir con claridad. 

Pero si existe un caso más que curioso, fue el de un pastor escocés que vivía en Moscú. El dueño de este perro sufrió una enfermedad y estuvo convaleciente unas semanas para, posteriormente, fallecer. En todo este tiempo, la mascota se mantuvo fiel, velando después el cuerpo sin vida de su amo. La tristeza marcó tanto a este can que, sin poder soportarlo, se impulsó desde el regazo del cadáver y se suicidó tirándose por la ventana.

Otro ejemplo sorprendente que nos demuestra la fidelidad canina es el de 'Joe'. El poder especial de este perro se demostró cuando su dueña perdió a su marido por motivos de enfermedad. El animal se escapó de casa al mes de la muerte de su amo pero la sorpresa vino cuando la viuda acudió al cementerio y encontró a 'Joe' sobre la lápida de su amado dueño. Lo sorprendente es que el perro no había ido nunca a dicho cementerio y, además, no había vuelto a ver a su amo desde que éste fuera ingresado en el hospital.


Otras historias de la fidelidad de los perros en España

Yanu 

Yanu y su dueña, Perin. (Foto Google)

Yanu tenía nueve años, era de color negro y se perdió a mediados del mes de marzo de 2008 en Madrid y, a pesar de que sus dueños, Rafa y Perin, colocaron multitud de carteles no lograron encontrarle.
Unos días después de su desaparición, alguien encontró al perro extraviado y lo llevó a la perrera de Leganés, de donde se escapó el 26 de marzo. Desde entonces, sus dueños no dejaron de buscarle.

La sorpresa llegó cuando su dueño encontró a Yanu, lleno de espigas y con pequeñas heridas, al bajar las escaleras de su casa. Según explica la asociación protectora “El Refugio”, nadie supo dónde había estado Yanu esos tres meses ni cómo había sabido regresar a casa.

Desde la perrera municipal de Leganés, de donde se escapó, hasta la casa de los dueños en la Puerta de Toledo, en el centro de Madrid, hay más de 15 kilómetros, la M-30, y numerosas carreteras. “No nos lo podíamos creer tres meses después, cuando lo vimos en el portal nos echamos a llorar de alegría, ahora queremos disfrutar de él todo lo que no hemos podido durante estos meses” decía Perin, la dueña, acariciando a Yanu.

Canelo

Canelo (foto Google)

Canelo” era el perro de un hombre que vivía en Cádiz a finales de los 80. Seguía a su dueño a todas partes y en todo momento. Este hombre anónimo vivía solo, por lo que el buen perro era su más leal amigo y único compañero. Cada mañana se los podía ver caminando juntos por las calles de la ciudad cuando el buen hombre sacaba a pasear a su amigo. Una vez a la semana uno de esos paseos eran hacía el Hospital Puerta de Mar, ya que debido a complicaciones renales el hombre se sometía a tratamientos de diálisis. Obviamente, como en un hospital no pueden entrar animales, él siempre dejaba a Canelo esperándolo en la puerta del mismo. El hombre salía de su diálisis, y juntos se dirigían a casa. Esa era una rutina que habían cumplido durante mucho tiempo.

Cierto día el hombre sufrió una complicación en medio de su tratamiento, los médicos no pudieron superarla y éste falleció en el hospital. Mientras tanto “Canelo” como siempre, seguía esperando la salida de su dueño tumbado junto a la puerta del centro de salud. Pero su dueño nunca salió. El perro permaneció allí sentado, esperando durante 12 años. Ni el hambre ni la sed lo apartaron de la puerta. Día tras día, con frío, lluvia, viento o calor seguía acostado en la puerta del hospital esperando a su amigo para ir a casa.

Los vecinos de la zona se percataron de la situación y sintieron la necesidad de cuidar al animal. Se turnaban para llevarle agua y comida, incluso lograron la devolución e indulto de Canelo una ocasión en que la perrera municipal se lo llevó para sacrificarlo.
Doce años fue el tiempo que el noble animal pasó esperando fuera del hospital la salida de su amo. Nunca se aburrió ni se fue en busca de alimento, tampoco buscó una nueva familia. Sabía que su único amigo había entrado por esa puerta, y que él debería esperarlo para volver juntos a casa. La espera se prolongó hasta el 9 de diciembre del 2002, en que Canelo murió atropellado en las afueras del hospital.

Placa de Canelo (foto Google)
La historia de Canelo fue muy conocida en toda la ciudad de Cádiz. El pueblo gaditano, en reconocimiento al cariño, dedicación y lealtad de Canelo puso su nombre a una calle y una placa en su honor.

Cementerio Nerja, Málaga

Perro del Cementerio de Nerja (foto Google)

En marzo de 2009 un perro apareció en el cementerio de Nerja (Málaga) buscando a su dueño, un hombre de origen extranjero que falleció hace tiempo y que fue enterrado en el camposanto. El animal se instaló junto a la tumba del anciano con el que compartió los últimos años.

El canino se ha aprendido los horarios del cementerio y, aunque a veces salía, siempre volvía antes de que cerraran para estar junto a su dueño.
Los vecinos se acostumbraron a su presencia y le llevaban agua y comida; con lo que al animal ganó peso con los días.
Lo que ninguno de los vecinos consiguió, a pesar de que varios lo intentaron, fue adoptarlo. El perro siempre volvía junto a la tumba de su amo.

Estas historias reales de perros fieles en el “postmortem” de sus dueños dejan claro que los animales en general, poseen un sexto sentido capaz de ver y sentir mucho más allá que nosotros. 
Por esto y por muchas otras cosas me cuesta creer que en una parte de la India, crean que los perros son reencarnaciones de asesinos o violadores y los maltraten. Los perros, los gatos y cualquier otro animal serán siempre mucho más puros que cualquiera de nosotros. 
Espero que os haya gustado este artículo y ya sabéis, si vuestro perro o gato tienen un comportamiento extraño de repente, no lo paséis por alto e intentar estudiar sus actuaciones y movimientos, quizás intenten deciros o advertiros de algo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

La verdad es que los animales son increíbles. Los casos descritos en el articulo (genial redactado, por cierto) son increíbles. Tienen algo especial. En mi caso, un dia me levante de la cama nervioso, con ansiedad. Sin embargo, no dije nada a nadie. Curioso fue ver como mi perro se acerco a mi lado y me dio tal cantidad de besos y mimos, que no pude mas que reír a carcajadas. Son increibles

Los Hilos de Plata dijo...

Si... Tienen algo especial, son el mejor antidepresivo :)