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¿Os habéis parado a pensar la cantidad de experiencias que hemos perdido por ponernos
límites?
Los límites, es su justa medida, son buenos. De hecho debe
haber límites. Pero cuando los límites
nos condicionan en nuestra evolución como personas, es cuando empiezan a
convertirse en auténticas barreras.
Los miedos, los vértigos a lo desconocido, muchas veces
hacen que no podamos fluir o dejarnos llevar. El “truco” está en el equilibrio.
Todos los extremos, sean de lo que sean,
son malos. En cambio el equilibrio entre dejarse llevar y dejarse llevar
por lo negativo, es precisamente dejarse llevar por las corrientes de buenas energías.
Las corrientes de buenas energías son difíciles de ver o
apreciar, porque estamos muy condicionados por nuestras imposiciones; no podré hacerlo, me da miedo perder lo que
tengo, no me veo capaz, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer…
Todas esas falsas afirmaciones hacen que nuestro río de
posibilidades, se convierta en un estanque donde el agua (nuestros deseos y
evoluciones) no puede fluir y se estanca.
Os pondré un ejemplo; cuando nos bañamos en una bañera, ¿dejamos
el agua allí para la próxima vez que nos bañemos? No.
Cuando acabamos de bañarnos en una bañera tiramos del tapón
y dejamos que el agua se vaya. En nuestro próximo baño la volvemos a llenar de
agua en buena temperatura y limpia. ¿Cierto?
Imaginemos que nuestro
día se compone de una bañera llena de agua clara y tibia. Al llegar el
final del día esa agua ha recogido todos nuestros residuos (negatividad,
cansancio, mal humor…)
¿Qué ocurre si constantemente nos bañamos en esa agua?
Que nunca podremos “limpiarnos o descargarnos” de esos residuos y día tras día
los llevaremos siempre con nosotros.
Debemos imaginarnos como esa bañera llena de agua limpia,
cada vez que algo nos contamina el agua de nuestra bañera lo recoge. Por eso es
importante mantener nuestra bañera “energía” limpia. Muchas veces creemos que los límites nos los ponen los demás y en
realidad nosotros mismos nos atamos, como os he explicado al principio
(miedos, inseguridades…).
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Un truco que os quiero dar en esta entrada para “descargaros”
mentalmente es que al llegar a casa, o cuando os sintáis atacados por esos
temores y no podáis ser objetivos con vuestra vida, os pongáis una canción
especial. Es ayudarnos un poco de algo que se llama musicoterapia.
Encontrar un sitio en vuestra casa que os aporte
tranquilidad y en el que nadie ni nada os pueda molestar. Aquí es importante no
vernos sorprendidos por avisos de WhatsApp’s ni nada por el estilo, os
recomiendo dejar el móvil en otro lugar.
A continuación podéis hacer algún
ritual que os relaje; bañaros, ducharos, tomar alguna infusión (sin cafeína),
encender una vela blanca, incienso etc. Si encontráis un lugar en el que podáis
estar estirados o en una posición lo más cómoda posible el resultado será mucho
mejor.
Elegir una canción
que os transmita energía, fuerza y seguridad. No elijáis canciones que os
produzcan una extremada alegría o tristeza porque quizás os lleven a estados desequilibrados de ánimo y eso
puede alterar vuestra percepción. Escuchar
la canción tantas veces como os sea necesario, es importante que sea solo una
en concreto porque deberéis sintonizar con su melodía para que llegue a vuestro “yo” más profundo. Hacerlo cuando
os apetezca y os sintáis receptivos. Intentar ser constantes, una vez al día o
una vez cada dos días. Está demostrado
que la música ayuda a dejar fluir los sentimientos y los sentidos. Y lo más
importante, con este ritual podéis tomar decisiones que sentís realmente, sin
estar condicionados a nada. No os
pongáis límites y dejar que vuestra energía fluya.
Os dejo una lista de canciones que os pueden ayudar, ¡suerte!
-The times they
are a chaning (Bob Dylan)
-The joker
(Steve Miller Band)
-Down Under
(Men at work)
-Free
Fallin (Tom Petty)
-One (U2)
2 comentarios:
Me ha gustado el símil que se hace entre el agua y nuestras ideas o formas de pensar. El ejemplo del estanque o la propia bañera son muy oportunos y vienen a explicar muy bien lo que nos pasa cuando no nos vemos capaces de hacer algo.
La musicoterapia es algo cada vez más de moda, y aunque yo no la practique, si que es verdad que escuchando ciertas canciones, uno siente cosas. Sentimientos, emociones.
Muy buen artículo!
Como siempre, gracias.
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