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lunes, 24 de noviembre de 2014

Deja que el agua fluya; no te pongas límites, no condiciones tu vida.

foto Google


¿Os habéis parado a pensar la cantidad de experiencias que hemos perdido por ponernos límites?
Los límites, es su justa medida, son buenos. De hecho debe haber límites. Pero cuando los límites nos condicionan en nuestra evolución como personas, es cuando empiezan a convertirse en auténticas barreras.

Los miedos, los vértigos a lo desconocido, muchas veces hacen que no podamos fluir o dejarnos llevar. El “truco” está en el equilibrio. Todos los extremos, sean de lo que sean, son malos. En cambio el equilibrio entre dejarse llevar y dejarse llevar por lo negativo, es precisamente dejarse llevar por las corrientes de buenas energías.

Las corrientes de buenas energías son difíciles de ver o apreciar, porque estamos muy condicionados por nuestras imposiciones; no podré hacerlo, me da miedo perder lo que tengo, no me veo capaz, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer…
Todas esas falsas afirmaciones hacen que nuestro río de posibilidades, se convierta en un estanque donde el agua (nuestros deseos y evoluciones) no puede fluir y se estanca. 

Os pondré un ejemplo; cuando nos bañamos en una bañera, ¿dejamos el agua allí para la próxima vez que nos bañemos? No.
Cuando acabamos de bañarnos en una bañera tiramos del tapón y dejamos que el agua se vaya. En nuestro próximo baño la volvemos a llenar de agua en buena temperatura y limpia. ¿Cierto?
Imaginemos que nuestro día se compone de una bañera llena de agua clara y tibia. Al llegar el final del día esa agua ha recogido todos nuestros residuos (negatividad, cansancio, mal humor…) 

¿Qué ocurre si constantemente nos bañamos en esa agua? Que nunca podremos “limpiarnos o descargarnos” de esos residuos y día tras día los llevaremos siempre con nosotros.

Debemos imaginarnos como esa bañera llena de agua limpia, cada vez que algo nos contamina el agua de nuestra bañera lo recoge. Por eso es importante mantener nuestra bañera “energía” limpia. Muchas veces creemos que los límites nos los ponen los demás y en realidad nosotros mismos nos atamos, como os he explicado al principio (miedos, inseguridades…).

foto Google

Un truco que os quiero dar en esta entrada para “descargaros” mentalmente es que al llegar a casa, o cuando os sintáis atacados por esos temores y no podáis ser objetivos con vuestra vida, os pongáis una canción especial. Es ayudarnos un poco de algo que se llama musicoterapia
Encontrar un sitio en vuestra casa que os aporte tranquilidad y en el que nadie ni nada os pueda molestar. Aquí es importante no vernos sorprendidos por avisos de WhatsApp’s ni nada por el estilo, os recomiendo dejar el móvil en otro lugar.
A continuación podéis hacer algún ritual que os relaje; bañaros, ducharos, tomar alguna infusión (sin cafeína), encender una vela blanca, incienso etc. Si encontráis un lugar en el que podáis estar estirados o en una posición lo más cómoda posible el resultado será mucho mejor. 


Elegir una canción que os transmita energía, fuerza y seguridad. No elijáis canciones que os produzcan una extremada alegría o tristeza porque quizás os lleven a estados desequilibrados de ánimo y eso puede alterar vuestra percepción.  Escuchar la canción tantas veces como os sea necesario, es importante que sea solo una en concreto porque deberéis sintonizar con su melodía para que llegue a vuestro “yo” más profundo. Hacerlo cuando os apetezca y os sintáis receptivos. Intentar ser constantes, una vez al día o una vez cada dos días. Está demostrado que la música ayuda a dejar fluir los sentimientos y los sentidos. Y lo más importante, con este ritual podéis tomar decisiones que sentís realmente, sin estar condicionados a nada. No os pongáis límites y dejar que vuestra energía fluya.

Os dejo una lista de canciones que os pueden ayudar, ¡suerte!
-The times they are a chaning (Bob Dylan)
-The joker (Steve Miller Band)
-Down Under (Men at work)
-Free Fallin (Tom Petty)
-One (U2)
 

2 comentarios:

Eduard dijo...

Me ha gustado el símil que se hace entre el agua y nuestras ideas o formas de pensar. El ejemplo del estanque o la propia bañera son muy oportunos y vienen a explicar muy bien lo que nos pasa cuando no nos vemos capaces de hacer algo.

La musicoterapia es algo cada vez más de moda, y aunque yo no la practique, si que es verdad que escuchando ciertas canciones, uno siente cosas. Sentimientos, emociones.

Muy buen artículo!

Los Hilos de Plata dijo...

Como siempre, gracias.