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viernes, 14 de noviembre de 2014

La historia de las velas

foto Google


Desde los inicios de la humanidad, el hombre tuvo que defenderse contra la oscuridad. En la oscuridad, habitaba lo desconocido, lo que a veces se oía y en cambio otras veces no se percibía. Para que un ritual con vela o velón nos funcione, debemos entender cuál fue el origen de las velas y conocer su magia.
La vela actualmente ha recuperado su protagonismo, habiéndolo perdido cuando llegó la electricidad y nadie necesitaba de su alumbramiento. Pero las velas son mucho más que un elemento decorativo o una pequeña luz que ambienta una estancia. Las velas son pura magia y por eso no concibo ritual sin ellas.

El origen de las velas, es cuanto menos curioso. Debemos imaginarnos a los primeros hombres primitivos que habitaron nuestro mundo, dentro de sus cuevas. En ellas se protegían de la noche y de los peligros que esta traía. En las famosas cuevas de Altamira se encuentran numerosos dibujos de aquellos primeros hombres. Imaginemos a ese hombre o mujer, hechiceros o artistas, pintando dentro de esa cueva. Ya en sí, pintar en aquellos inicios, era un ritual. De un pensamiento mágico se inició un grabado realizado con una punta de piedra. Más tarde, dibujaron el contorno del grabado, con carbón vegetal y completaron la obra pintando con una gamuza animal impregnada en óxido de hierro. No cabe decir que aquel hombre primitivo de aquel tiempo tan lejano, escrudiñó en sus conocimientos y realizó un ritual para pintar en aquella cueva. Una cueva dónde no entraba la luz del sol, dónde el hombre aprendió a iluminarse.
prehistoaldia
Se desconoce con exactitud, si después de terminar la obra, los demás miembros de la tribu acudían con sus lámparas de tuétano grasientas a celebrar, ante aquellas obras de arte con significados mágicos, algún tipo de ritual. Se piensa que así sucedía, ya que los elementos del escenario estaban servidos para el acontecimiento.
Para aquellos hombres primitivos, el fuego no solo iluminaba, si no que fue el elemento mágico que aprendió a manejar. El fuego curaba y mataba, cicatrizaba una herida y ahuyentaba a los peligros de la noche. Por las noches, ya con el poder de la luz del fuego, los miembros de una tribu, se reunían alrededor de la hoguera para buscar en la danza de las llamas, los signos mágicos que tanto querían encontrar.
national geographic
El hombre al principio para iluminarse, usó palos y teas de madera con resina. Esas teas, estaban hechas de estopa y resina que alimentaban con grasa. Más tarde, los griegos utilizarían lámparas de aceite. Muchos arqueólogos han encontrado utensilios hechos de arcilla cocida al sol, que sirvieron como receptáculo para contener grasas, betunes y otros materiales que formaron parte de las primeras lámparas.

foto Google
Los asirios y los egipcios idearon aparatos de iluminación. Hay que destacar, que dentro de las mismísimas pirámides de Gaza, llegaron a realizarse numerosos ritos de iniciación. Estos necesitaban una buena iluminación, pero muy determinada para que no ensuciase los dibujos de las paredes y los techos. En la Grecia antigua el alumbrado era con antorchas de madera recubiertas de un baño de pez o impregnadas en aceite. 

El alumbrado público más antiguo que se conoce es el de las calles donde se hallaban los burdeles de Atenas, curiosamente, siglos después también los romanos sólo iluminaban en Roma las casas de prostitutas.
La iluminación era algo que tenía que correr por cuenta propia, y no era fácil desplazarse por las calles de las antiguas ciudades sin ningún tipo de luz.

Las primeras velas
La vela, recibía el nombre de “cereus”. Este nombre, entre otros, se designaba a velas o cirios de cera, sebo o pez con mecha de fibras vegetales como papiro, junco o estopa. Pero la vela o el cirio empiezan a tener no sólo la utilidad de iluminar durante la noche, sino también un sentido mágico, místico y religioso.

Quizás todo empezó con la veneración a los santos y Dioses. Poco a poco, las velas se hicieron con cada hogar, con cada altar y con cada persona que deseaba hacer una petición. Actualmente la vela artesanal, por norma general, se compone de cera de abeja y su color real es el amarillento, aunque tratadas pueden tener diferentes colores.

La importancia de los rituales con velas
foto Los Hilos de Plata
Como os expliqué hace poco, cuando encendemos una vela, una milésima parte del universo se altera. Esa vela es fuego, es energía. Hay infinidad de rituales, me aventuro a decir que hay rituales para todo, pero recordar que contra más natural sea la vela y menos alterada químicamente esté, mejor cumplirá su función. Cuando hacemos un ritual, no sirve con encender la vela e irnos. Debemos relajarnos, concentrarnos en la vela y en lo que deseamos pedir. Siempre debemos pagar por lo que pedimos, en el caso de las velas también. Deberemos hacer una ofrenda cada vez que llevamos a cabo un ritual. Por ejemplo, cuando acabe un ritual se puede poner una vela blanca y decir en voz alta; yo ofrezco esta vela en gratitud al ritual que he hecho. Así es y así será hasta que se consuma por completo.
Os puede parecer una tontería pero no es así. La vela “siente”. Siente nuestra energía, nuestras intenciones y nuestros temores. Por eso debemos saber lo que pedimos y cómo lo pedimos. 
ritual de Los Hilos de Plata
Si os queréis informar sobre los rituales con velas y velones  que hacemos, poneros en contacto con nosotros. Todas las velas que utilizamos son artesanales. Encontraréis velas artesanales con oraciones para el amor, la salud, el trabajo, la negatividad... Hasta rituales con velones para la salud, los estudios, los negocios...

3 comentarios:

Julia dijo...

Que explicación más acertada y esclarecedora. Gracias!

Los Hilos de Plata dijo...

La verdad es que es una historia muy interesante. Cuesta mucho encontrar información sobre las velas, pero una vez más las bibliotecas están llenas de buenos libros y artículos. Me alegro de que te haya servido. Gracias a tí!

Eduard dijo...

He votado en la encuesta que los artículos que más me interesan son las historias, y este lo ratifica. Muy interesante la verdad, desde los principios donde los humanos aprendieron a usar el fuego, hasta que poco a poco el fuego se usó para iluminar los burdeles en la antigua Grecia y Roma.
Las velas creo que han recobrado su sentido más místico, y más romántico, si se me permite la palabra.
Genial el artículo!