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martes, 18 de noviembre de 2014

Los druidas

druida


En la Europa occidental precristiana los druidas fueron la clase sacerdotal del pueblo celta. Sobre ellos se sabe poco porque no pusieron por escrito sus conocimientos. Aunque la mitología y la poesía celta que han llegado hasta nuestros días aportan ciertas pistas, casi toda la información de que disponemos procede de observadores extranjeros, a menudo un tanto hostiles. La principal fuente procede de los historiadores romanos, especialmente del gran Julio César, quien a mediados del siglo I a.C. se interesó mucho por los druidas. Afirma este autor que recibían una consideración especial entre los celtas, similar a la de los jefes de los militares. Además de ocuparse de los sacrificios y de otros servicios religiosos, eran los maestros y los jueces de su sociedad, y guardaban en sus memorias un amplio núcleo de conocimientos en forma oral para cuya adquisición podían llegar a emplear 20 años o más. Además quedaban liberados de todo deber militar, y no pagaban impuestos.
El Bardo, pintado por John Martin hacia 1817, muestra a un druida galés erguido en la cima de un precipicio. Está maldiciendo a las tropas que aparecen en la parte inferior, pertenecientes al rey Eduardo I, monarca del siglo XIII que fue el artífice de la anexión a Gales a la corona inglesa.

Se sabe a ciencia cierta que los druidas practicaban la adivinación y la profecía. Cicerón, autor y estadista de Julio César, transcribe una conversación suya con un druida en la que éste declaró que podía ver el futuro, a veces por augurios y a veces por conjetura. Entre otros relatos aparecen gobernantes romanos haciendo consultas a mujeres druidas. Una de ella dijo a Diocleciano lo siguiente: Cuando hayas matado al jabalí serás emperador”, predicción que se cumpliría tras la muerte de su enemigo Aper, apodado “el Jabalí.
No se sabe bien de qué medio se valían los druidas para practicar la adivinación. Parte de las predicciones procedería de una observación minuciosa de la naturaleza. Se afirma que los druidas avezados veían el futuro en las formas de las nubes o en el vuelo de los pájaros. Hay una referencia a cierto método para  predecir el resultado de una batalla consistente en encerrar unas liebres y después soltarlas para que los druidas observaran sus carreras.
Los celtas practicaban un oráculo onírico con sacrificios rituales de animales. Según el historiador griego Diodoro Siculo (siglo I a.C.), mascaban una porción de carne para después colocarla sobre una losa de la puerta de su casa, en calidad de ofrenda a los dioses. A continuación el druida caía en un profundo sueño, durante el cual se le aparecía un animal dispuesto a contestar preguntas sobre el futuro. Existen relatos similares de una ceremonia conocida como “sueño de toro” en la que el adivino dormitaba tumbado sobre una piel curtida de toro tratando de tener sueños proféticos. Según otras fuentes, se llevaba a ciertos individuos a lugares oscuros, y allí se les mantenía en un estado de privación sensorial durante horas o si era necesario días. Después esas personas eran conducidas de nuevo a la luz del día, momento en el que se esperaba que hicieran afirmaciones proféticas.
Había un extraño método adivinatorio conocido como “meditación de las puntas de los dedos” consistente en tamborilear y canturrear hasta que las puntas de los dedos adquirían el poder necesario para acceder a un conocimiento del pasado o del futuro de la persona u objeto que tocaran con los dedos a continuación.
Los primeros investigadores creían que Stonehenge, en el sur de Inglaterra, era un temblo druídico, y de hecho hoy en día algunos siguen convencidos. Pero algunos dicen que los druidas celebraban muchos de sus rituales en bosques sagrados.

Quizás para nosotros, los druidas no fueran más que una secta o un grupo de chamanes celtas. Lo que está claro es que al estudiar su sociedad y su vida, te das cuenta de lo importante que era la adivinación ya desde el primer siglo de nuestra historia. Los celtas nos han dejado un legado extremadamente rico en valores y conocimientos. Los druidas fueron parte de su historia y su origen. De hecho el mismísimo Tolkien, se inspiró en ellos para construir el personaje de Gandalf. También se han hecho infinidad de películas y videojuegos como el famoso World Of Wacraft.

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