Normalmente, los sitios con más probabilidades de estar encantados son aquellos que han sido testigos de grandes pesares, tragedias y amores. Por lo tanto, no es sorprendente saber que la Casa Blanca tiene su propio grupo de “residentes espectrales”. Su propio nombre está unido a un hecho violento, desde que sus grises muros de Virginia tuvieron que ser pintados de blancos para tapar quemaduras producidas cuando las tropas británicas le prendieron fuego en la guerra de 1812.
La Casa Blanca se alza en el número 1600 de Pennsylvania
Avenue, en Washington D.C. También se la conoce como la mansión ejecutiva, ya
que ha sido hogar de casi todos los presidentes de Estados Unidos.
Su construcción comenzó en octubre de 1792, cuando George
Washington era presidente. Él no pudo vivir allí, ya que las obras no
terminaron hasta 1800, bajo el mandato de John Adams.
Es un edificio grandioso, y la única residencia de un jefe
de estado abierta gratuitamente al público. Con sus seis pisos habitables, sus
134 habitaciones, sus tres ascensores, su cine y su bolera, es la atracción
turística más popular de América. De hecho, muchos de sus antiguos residentes parecen
haber disfrutado tanto de sus encantos que se resisten a abandonarla.
El espíritu más notable de la Casa Blanca es el de Abraham
Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos. Su mandato fue una época
de mucha violencia; de hecho, su elección en 1860 provocó la escisión de los
Estados del Sur, lo que condujo a la Guerra Civil de 1861 a 1865. Su vida tuvo
un trágico final cuando fue asesinado por el partidario del sur John Wilkes
Booth en 1865.
Tras la muerte de Lincoln, el personal de la casa escuchaba
sus pasos con frecuencia, merodeando por el segundo piso. Su fantasma se
apareció por primera vez durante la legislatura de Calvin Coolidge (1923-1929).
La primea dama, Grace Coolidge, vio a Lincoln de pie en el Despacho Oval
mirando a través de una ventana que da al río Potomac. Desde entonces, ha sido
visto muchas veces en la misma pose; lo que piensa, no se sabe. Supuestamente,
el presidente Nixon fue aconsejado por el espíritu de Lincoln.
El fantasma de Abraham Lincoln ha sido visto llamando a las
puertas de los dormitorios, despertando a sus ocupantes y materializándose lo
justo para asegurarles una aterradora noche. A menudo aparece en épocas de
crisis nacional, andando con fuertes pisadas y golpeando impacientemente las
puertas. Un guardaespaldas que trabajaba para el presidente Benjamin Harrison asistió
una vez a una sesión de espiritismo para suplicar a Abraham que cesara en sus
andanzas nocturnas y le permitiera dormir para que pudiera desempeñar bien su
trabajo como protector del presidente. Una aparición más simpática es la de
Abraham, sentado en una cama en el dormitorio Lincoln, poniéndose las botas.
posible prueba fotografica de el Fantasma de Lincoln |
En vida Lincoln y su mujer, Mary, eran personas muy espirituales
que a menudo buscaban la orientación de médiums, especialmente tras la muerte
de Willie, el hijo favorito de Abraham.
Lincoln nunca de recuperó de la muerte
de su amado hijo, y a menudo se le oía hablar con él en voz baja cuando estaba
solo en su oficina. Quizás esta tristeza sea la causa de que su espíritu se
resista a marcharse, o quizá fuera lo repentino de su propia muerte, que le
hizo dejar muchos asuntos sin terminar. Lincoln tuvo varias premoniciones
acerca de su propia muerte, la última de ellas dos días antes de ser asesinado.
Si recordáis ya os hablé de ellas hace algún tiempo, os dejo el enlace; http://loshilosdeplata.blogspot.com.es/2014/08/suenos-premonitorios.html
El fantasma más antiguo de la Casa Blanca es el de la
antigua Primera Dama, Abigail Adams. Ella y su marido, el presidente John
Adams, fueron los primeros ocupantes de las casa. A pesar del lujo de ésta, la
calefacción era insuficiente, por lo que la colada debía secarse en la
habitación del este del edificio. Aún hoy puede verse a Abigail Adams, con los
brazos llenos de ropa transparente, deslizándose hacia la habitación del este y
desapareciendo a través de la puerta.
Otros casos menos conocidos son los del ex presidente Andrew
Jackson, cuya fantasmagórica risa aún puede oírse en la Habitación Rose, donde
le gustaba dormir, y aparentemente aún lo hace. Mary Todd Lincoln afirmó hacer
oído sus fuertes pisadas y sus refunfuños en numerosas ocasiones.
Se dice que la Habitación Rose y en el Despacho Oval
Amarillo se oye una voz que dice “soy el señor Burns”. Se trata de David Burns,
el hombre que cedió al gobierno la tierra donde se construyó la Casa Blanca.
Parece obvio que piensa que su generosa donación no se ha reconocido lo
suficiente.
Dolley Madion |
Los terrenos de la Casa Blanca también están habitados por
el indignado espíritu de Dolley Madison. Esposa del cuarto presidente, James
Madison, fue la responsable de la plantación del precioso jardín de rosas.
Cuando Woodrow Wilson llegó a la presidencia en 1912, su mujer decidió que el
jardín de rosas debía ser plantado. Antes de poder hacerlo, el fantasma de
Dolley Madison se apareció al aterrorizado personal de jardinería y les dijo
que no tocaran sus preciosas rosas. El jardín de Dolley ha florecido exactamente
como ella quería durante los últimos doscientos años.
Jardines de la Casa Blanca |
Creíble o no, lo que es real es que detrás de toda casa, ya
sea blanca o no, siempre se esconden historias interesantes.
la Casa Blanca antes de ser construida |
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1 comentario:
Muy interesante! Aunque no soy de creer demasiado en espíritus, estaría mintiendo si dijera que no he vivido situaciones extrañas que me han hecho creer haber visto algo.
Ya que estamos, decir que la Casa Blanca es preciosa. Y no sabia que fue pintada para tapar un incendio previo.
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