Muchos de vosotros sabréis que me gusta leer. De hecho es
algo que hago cada día, no solo con libros, sino también cuando quiero escribir
o preparar artículos y debo primero informarme y recopilar información. Es algo
me llena y me hace sentir mejor conmigo misma porque, sin querer, voy
aprendiendo cada día un poquito más.
El otro día escribí el post de “el mensaje de la Historia Interminable”. Me encanta releer libros
que ya he leído y que en algún momento de mi vida me han servido para mejorar o
simplemente me han ayudado cuando no tenía nada claro.
Ayer leí uno de los capítulos que más me gustan de esta obra
y en él sale una historia cuya idea se basa en la Verdadera Voluntad. En seguida supe que debía compartir con vosotros
este “conocimiento” porque sé que os puede ayudar al igual que a mí.
La Verdadera Voluntad
es lo que realmente deseamos pero no sabemos que lo deseamos. Muchas veces
y esto es cierto, queremos cosas y una vez que las tenemos nos damos cuenta de
que no nos hacen felices y de que no sacian nuestra sed, y entonces ponemos
rumbo a conseguir otra y así hasta que no sabemos qué queremos o qué
necesitamos. Bien pues, la Verdadera
Voluntad es el camino que nos conduce a lo que realmente deseamos y realmente
necesitamos. Es un camino peligroso y a la vez lleno de aventuras en las
que nuestro enemigo es nuestro otro yo.
Ese “yo” dormido y triste que nunca
tiene bastante con nada porque nada de lo que pide le es necesario.
-¿Qué significa –preguntó-«
HAZ LO QUE QUIERAS»? Eso quiere decir que puedo hacer lo que me dé la gana, ¿no
crees?
-No –dijo con voz
profunda-. Quiere decir que debes hacer tu Verdadera Voluntad. Y no hay nada
más difícil.
-¿Mi Verdadera
Voluntad? ¿Qué es eso?
-Es tu secreto más
profundo, que no conoces.
-¿Cómo puedo
descubrirlo entonces?
-Siguiendo el camino
de los deseos, de uno a otro, hasta llegar al último. Ese camino te llevará a
tu Verdadera Voluntad.
-No me parece muy
difícil.
-Es el más peligroso
de todos los caminos. Ese camino exige la mayor autenticidad y atención, por
qué en ningún otro es tan fácil perderse para siempre.
La idea es que para
conocer nuestra Verdadera Voluntad,
debemos pasar por cada uno de nuestros deseos y que en ellos podemos
perdernos creyendo que son los verdaderos. Estos deseos no son materiales, ya
que casi siempre alimentamos nuestras verdaderas necesidades con cosas que no
nos llenan espiritualmente, simplemente nos hacen saciar nuestra supuesta “falsa necesidad”. El camino hacia la Verdadera Voluntad, es un camino en el que, como
dice Ende en el libro, debemos poner nuestro yo más sincero y auténtico y dejar
nuestro yo adulterado en un plano inexistente. Solo así conoceremos nuestra
Verdadera Voluntad, que no es más que la
fuente que alimenta nuestra esencia.
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