Nos pasamos el tiempo buscando. Buscamos constantemente. Y mientras buscamos, dejamos pasar oportunidades que son únicas, por que estamos concentrados en seguir buscando.
Hace tiempo, conocí a alguien que se pasaba la vida buscando a una pareja. Lo buscó en aquel, en el otro y en el que todavía no conocía.
Busco tanto, pero tanto, que acabó encontrando. Encontró a alguien que estaba esperando que lo encontraran. Quizás, mentes románticas, pensarán que es algo precioso. Yo creo que es algo artificial.
La vida se encarga de ponerte la piedra y el regalo en el camino. La vida fluye y no hay que acelerar su proceso.
Os preguntaréis que pasó con la historia de la buscadora y el encontrado verdad?
Bueno, digamos que están unidos por eso y por nada más. No hay mágia, no hay deseo o ilusión. Una encontró y el otro fue encontrado.
No perdáis vuestros días buscando. Dejar que las cosas pasen. Es lo mejor que tiene la vida, lo que pasa en ella. Si os enamoráis, lo descubriréis en el momento, si os lanzáis a una nueva aventura que valga la pena, también.
Hay cosas increíbles que os esperan mañana.
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