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martes, 20 de enero de 2015

La otra clase de vampiros


Siempre que hablamos de vampiros nos viene a la mente el mítico personaje Drácula. Siempre asociamos a los vampiros con la sangre, pues se alimentan de ella.

Pero, qué pensaríais si os dijera que existe una clase real de vampiros? De hecho lo podéis comprobar vosotros mismos en vuestra vida. Esta clase de vampiros se llaman; vampiros energéticos.

Al principio, por lo general, son difíciles de detectar pero conforme pasa el tiempo algo en nosotros nos advierte de el peligro al que estamos expuestos. Evidentemente estos vampiros no llevan capa, no tienen colmillos y que se sepa, no beben sangre. Estos vampiros se alimentan de nuestro estado de ánimo y por consecuencia nuestro cuerpo-mente.

Os pondré un ejemplo práctico;
Nunca os ha pasado que después de estar con alguien que conocemos o no, os sentis irritados sin motivo aparente, os duele la cabeza, empezais a pensar en cosas negativas...?

La gran mayoría de estos "vampiros" no lo hacen queriendo, pero tienen un estado negativo tan alto que se vuelven radiotactivos de negatividad. Es decir, inducen a la negatividad.

Cómo podemos localizar a un vampiro energético:
La primera acción que debemos llevar a cabo es estudiar nuestro estado de ánimo antes de estar con las personas que acompañan nuestra vida o nuestros días (trabajo, amistades...).

Si nuestro estado de ánimo es estable y después de compartir tiempo o lugar con esa persona nos sentimos cansados, desanimados, irritables... sin motivo aparente, deberemos estar en alerta. En seguida deberemos cambiar nuestra energía y llevarla a un estado estable.

Cómo protegernos de los vampiros energéticos?
Si pasamos mucho tiempo con esa persona, intentaremos dominar nuestra actitud, protegernos mentalmente. Para ello no deberemos permitirnos pensar en nada negativo, sustituyendo como siempre, un pensamiento negativo por uno positivo. Depende del grado de relación que tengamos con dicha persona deberemos tomar actitudes o decisiones.

Un vampiro energético puede ser un compañero de trabajo, una pareja, un íntimo amigo, un familiar... Las actitudes las tomaremos siempre al principio para evaluar si realmente nos encontramos delante de un vampiro energético o simplemente nos encontramos delante de una persona negativa. En cambio las decisiones las tomaremos cuando sepamos que la compañía de esa persona en exceso no nos hace bien. Hay personas que no son conscientes de que transmiten desilusión y negación, y que solo parecen animarnos cuando algo nos va mal, en cambio no lo hacen cuando tenemos una buena noticia para nuestra vida.

La mejor protección que tenéis es vuestra energía positiva, siempre trabajada día tras día con firmeza y convicción, así que poneros a trabajar en ella.

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